1. No salgas de tu casa sin aplicar un protector solar antes. Un FPS protegerá tu piel de los dañinos rayos del sol y prevendrá la formación de manchas oscuras, enrojecimientos y envejecimiento prematuro de la piel.
2. Quizá no lo sepas, pero tus labios son uno de los lugares más comunes para sufrir quemaduras por el sol. Suavízalos, hidrátalos y protégelos del daño con un bálsamo labial que contenga FPS.
3. Guardar un hidratante facial o un tónico en el refrigerador, es la manera perfecta de refrescar tu piel en días calurosos.
4. ¡No te olvides de tu cabeza! Una quemadura de sol en la cabeza no sólo es dolorosa, sino que puede resultar en despellejamientos y ampollas. Aplica protector solar en tu raya-partidura u opta por usar sombrero en días soleados.
5. La exfoliación es un paso esencial en tu rutina de cuidado de la piel – pues elimina las células muertas y acelera el proceso de renovación de la piel para mantener una complexión suave y sin arrugas. Utiliza una herramienta limpiadora o un exfoliante por las noches, para evitar la sensibilidad al sol durante el día.
6. Comer un “arcoíris” de frutas y verduras coloridas, es una excelente manera de lucir una piel saludable. Toma ventaja de la temporada y dale a tu cuerpo arándanos, kiwis, naranjas, papaya y fresas llenas de vitamina C. Como colación, opta por comer vitamina E, encontrada en los aguacates.
7. Existen muchas técnicas para deshacerte de los incómodos vellos de tus piernas: puedes usar un gel de afeitar y un rastrillo, una crema removedora o tiras de cera… Cualquiera que sea tu método favorito, la exfoliación diaria y la hidratación con un aceite de rápida absorción o crema, mantendrán tus piernas luciendo increíblemente bien.
8. El clima caliente y húmedo puede causar brotes en la piel de tu rostro, espalda, pecho y hombros. Practicar una rutina de limpieza por la mañana y por la noche, que incluya un limpiador y un tónico para remover la suciedad, grasa y maquillaje, mantendrá tu piel limpia. Limpia las áreas de tu cuerpo que seas propensas a los brotes con una esponja y exfolia dos veces por semana para estimular la regeneración celular.
9. La piel de alrededor de los ojos es delicada por naturaleza y propensa a las finas líneas, pero entrecerrar los ojos cuando miras al sol y los mismos rayos UV, aceleran el proceso de envejecimiento de la piel del área. Cubrirte con un sombrero o con un par de lentes de sol te protegerá, mientras que una crema de ojos hidratará y rellenará las arrugas para proporcionarte una mirada rejuvenecida.
10. Tendemos a descuidar nuestras manos, pero ellas son tan propensas a sufrir de arrugas e hiperpigmentación, como nuestros rostros; busca una crema de manos con FPS, que proteja e hidrate al mismo tiempo.
11. La piel del área de tu escote o pecho es mucho más delgada y seca que la piel de tu rostro, lo que significa que es más vulnerable a los daños del sol. Evita las manchas causadas por el sol, la flacidez y las arrugas, aplicando un protector solar de manera diaria.
12. Un tratamiento para aplicar después de las quemaduras causadas por el sol, repondrá la hidratación y limitará los efectos de los daños. A nosotros nos encantan los productos con aloe vera, pues refrescan y ayudan a reducir los enrojecimientos, aliviando la piel y previniendo que se despelleje.
13. En vez de pasar horas bajo el sol, aplica un autobronceador y luce un bronceado libre de culpas.
14. El cloro de las albercas puede dañar la capa más superficial de grasa que mantiene la humedad en tu piel. Así que al salirte de la piscina, date un baño de inmediato para evitar que tu piel se reseque y se dañe.
15. Si sufres porque tu piel se enrojece y te salen manchas cuando la temperatura aumenta, intenta lavar tu rostro con agua fría para constreñir los vasos capilares y reducir enrojecimientos.
