1. Practica un poco de mindfulness
Intenta salir un poco de tu cabeza con una práctica simple y consciente. Busca unos minutos durante el día para hacer una pausa y conectarte con tu entorno: ¿qué puedes escuchar u oler? Centrarse en tu entorno puede ofrecer un alivio de las preocupaciones del día y un momento para recargar las energías y continuar con tus labores.
2. Adopta una rutina matutina relajante
Muchos de nosotros somos culpables de quedarnos en cama hasta el último segundo posible, dando como resultado muy poco tiempo para prepararnos para el día que nos espera. Levantarse un poco antes para tomar un delicioso desayuno o aplicar una rutina relajante para el cuidado de la piel crea un espacio especialmente para ti y sus necesidades.
3. Beber agua suficiente
Una de las cosas más simples y efectivas que puede hacer por tu salud y bienestar es beber mucha agua, especialmente en la mañana, cuando es más probable que te deshidrates. ¡También es bueno para llenarte de energía por la tarde cuando te sientes lento o agotado!
4. Encuentra un nuevo pasatiempo
A veces podemos quedar tan atrapados en nuestras tareas que nos olvidamos de las cosas que queremos hacer. ¿Hay algo que te encante hacer que no hayas hecho en mucho tiempo? ¿O algo nuevo que te gustaría probar? ¡Elige un día para hacerlo, márcalo en tu diario y disfruta!
5. Di no en ocasiones
¡Una de las cosas más difíciles de hacer es decirle no a un amigo o colega, especialmente cuando te invitan a hacer algo divertido! Pero cuando estás agotado y prefieres volver a casa a leer un libro y tomar un relajante baño, generalmente es mejor seguir tu instinto. Decir sí por obligación no ayuda a nadie: ¡debes cuidarte antes de poder cuidar a alguien más!