SÍ A LA FUNCIONALIDAD
La ropa que usas para ejercitarte es muy importante. Zapatos muy usados o antiguos son la causa principal de lesiones. Si te gusta correr, debes considerar tu tipo de pie (plano, neutro o arqueado) al comprar calzado deportivo. Elige ropa que te quede apretada pero cómoda, diseñada especialmente para lidiar con el sudor propio de la actividad física.
APÓYATE EN LA TECNOLOGÍA
Al ser muy prácticos, quienes se ejercitan suelen ser los primeros en adoptar la tecnología. Actualmente hay muchísimas aplicaciones para monitorear tus actividades y dieta. Nos encantan las que realizan un seguimiento de rutas, distancia, velocidad y tiempo.
PREPÁRATE
La mejor manera de aprovechar tu rutina es entregándole a tu cuerpo el ‘combustible’ necesario para llevarla a cabo. Una hora antes de ejercitarte, bebe 500 ml de agua para evitar la deshidratación. Este es también un buen momento para recargar tu cuerpo con carbohidratos de combustión lenta. Si tienes poca energía justo antes de ejercitarte, come un puñado de pasas, que al contener azúcar natural te entregarán el golpe de energía necesario.
COMPLEMENTA
Una dieta balanceada es clave para verte y sentirte bien pero los suplementos pueden darte los elementos esenciales que pueden faltar en ésta. Si te gusta el deporte debes incluir vitamina B en tu dieta para que te ayude a romper carbohidratos, en tanto la vitamina C te ayudará a procesarlos y protegerá tu sistema inmune. La vitamina D es la encargada de ayudarle a tu cuerpo a absorber calcio, lo que ayuda a tus huesos.
RECARGA
Tu cuerpo necesita recuperarse luego del ejercicio intenso. De modo que debes darle el tiempo adecuado para cumplir esta tarea. Protege tus músculos con un sumplemento de astaxantina, que mejora la resistencia de tus células y las protege. Si tu musculatura está adolorida por la actividad física, puedes beber una infusión de jengibre o comer una cucharada de cúrcuma, un antinflamatorio natural.