El aceite de oliva se ha usado durante mucho tiempo para mantener una piel sana. Aplicado como un hidratante natural, penetra hasta las capas más profundas de la piel, incrementando la duración de su efecto. No estamos diciéndote que te bañes en este aceite, pero sí debes saber que los productos que lo contienen son ideales para reparar la piel deshidratada o dañada por el sol.
Los olivos son también un ingrediente clave en productos anti-edad por su alto contenido de antioxidantes, vitamina A y E, las cuales protegen la piel del daño de radicales libres.
CUIDADO DEL CABELLO Y OLIVOS
El aceite de oliva también se ha usado por siglos como un acondicionador natural para el cabello - ¡gracias Cleopatra! Cargado de antioxidantes, los productos para cuidar el cabello con este ingrediente, son muy buenos para tratar la resequedad y la caspa. Y debido a que sus elementos químicos principales son emolientes, el aceite de oliva suaviza y le da brillo al cabello.
Existe una cantidad infinita de shampoos y acondicionadores a la venta, pero si prefieres un tratamiento D.I.Y (hazlo tú misma), calienta aceite de oliva en la comodidad de tu casa y aplícalo sobre tu cabello seco, después envuélvelo en una toalla durante media hora. Lávalo y enjuágalo varias veces y obtendrás un cabello ultra brilloso.