Problema: ¡Mi cat-eye nunca me sale derecho!
Solución: Intenta este truco de profesionales: toma un pedazo de cinta adhesiva y apóyalo varias veces sobre tu mano para reducir su pegajosidad. Ahora, pégalo desde tu línea de agua inferior, direccionándolo hacia tu sien. ¡Esto te servirá como una regla! Delinea tu línea de pestañas superior con un delineador de ojos líquido y extiéndela a lo largo de la cinta. Déjalo secar antes de retirar la cinta. Y voilà – ¡obtendrás unos cat-eyes perfectos!
Problema: ¡El contouring hace que parezca un payaso!
Solución: Está bien que no seas una profesional en el contouring – créenos, ¡no es nada fácil! Uno de los errores más comunes que la gente comete es olvidarse de difuminar. Si vas a aplicar tu bronzer sobre pómulos y mandíbula, toma una esponja y difumina el color. Lo mismo con el iluminador: difumínalo con una brocha de maquillaje suave o dando ligeras palmaditas con tus dedos limpios para prevenir los contrastes evidentes.
Problema: ¡Siempre estornudo al aplicar mi máscara!
Solución: Hagas lo que hagas, ¡no intentes limpiar la máscara que se corrió! Pues únicamente harás que tu look se arruine más. Mejor, deja que la máscara se seque y después aplica corrector con una brocha pequeña o remoja un hisopo en un removedor de maquillaje y limpia los rastros cuidadosamente.
Problema: ¡Mis cejas siempre se ven falsas!
Solución: Las cejas gruesas que llaman la atención, están de moda – pero eso no significa que sea fácil tenerlas. Un error común que la gente suele cometer, es delinear sus cejas de forma muy cuadrada y plana, mejor opta por crear la ilusión de pequeños vellos usando un lápiz o un kit. Otro problema es que tendemos alargar de más nuestras cejas. He aquí un truco simple para eso: toma un lápiz y direcciónalo desde el lóbulo de la nariz hacia el ángulo exterior de tu ojo – es ahí el largo ideal que debería tener tu ceja. Y no olvides mantener el color lo más natural posible.
Problema: ¡El área de alrededor de mi nariz está roja! Solución: El enrojecimiento en el área de la nariz es comúnmente ocasionado por la fricción excesiva que causas cuando te suenas, así que en vez de sonarla, intenta secarla con un pañuelo. Si notas que tu nariz se enrojece cuando cambias del frío al calor, integra un limpiador suave, una crema de día o un aceite a tu rutina de cuidado de la piel. Un polvo, seguido de un corrector que combine con el tono de tu piel, ayudará a neutralizar el color del enrojecimiento.