Desde cremas a mousses, hay autobronceantes para todos los gustos. Sin embargo nuestro preferido es el que viene en formato spray. ¿La razón? Son ideales al momento de alcanzar puntos escondidos y fáciles de esparcir. Sin embargo, cuando se trata del rostro lo mejor es optar por una loción que te otorgue un bronceado natural.
EXFOLIA
Siempre debes exfoliar antes para evitar que queden manchas. Un exfoliante removerá las células muertas de la piel y la resequedad de ciertas zonas, con lo que la aplicación del autobronceante se verá pareja y durará por más tiempo.
PLANEA
Si necesitas depilarte, asegúrate de hacerlo antes de aplicar tu autobronceante. Si lo haces después lo más probable es que retires el producto, dejando varias manchas en tu cuerpo.
HIDRATA
Evita ese tono anaranjado hidratando tu piel antes de la aplicación. Utiliza una crema liviana prestando atención especial a las zonas que más se secan como los pies, tobillos, rodillas, manos y muñecas.
PACIENCIA
La mayoría de los autobronceantes requieren entre seis y ocho horas para ser absorbidos por la piel. Durante este período evita el contacto con el agua – eso también incluye el sudor! Inmediatamente después de la aplicación necesitarás entre cinco y diez minutos antes de vestirte para que el producto se seque. Autobroncearse requiere mucha paciencia.
APLICA COMO UNA PROFESIONAL
Siempre debes aplicar autobronceante en un lugar fresco y seco. Si lo haces en un baño lleno de vapor, te garantizamos que tu piel se verá manchada. Evita las palmas de las manos naranjas lavándolas regularmente durante la aplicación. Para lugares difíciles de alcanzar como la espalda, debes rociar un poco de autobronceante en el aire y caminar por la bruma para que las partículas se adhieran a tu piel.
DE LOS ERRORES SE APRENDE
Nadie quiere un tono disparejo pero a veces es inevitable. Si encuentras manchas oscuras, báñate con agua caliente. Si no se suaviza, repite al día siguiente.