El arándano silvestre es muy importante para la cocina y cultura sueca, esta mora es capaz de sobrevivir a temperaturas bajo cero, sus pequeñas frutas color ámbar son muy delicadas y están repletas de antioxidantes, por lo que, como ingrediente de belleza, ayuda a acondicionar y aumentar la luminosidad de la piel.

El arándano salvaje obtiene su color rojo y dorado por su alto contenido de polifenoles, junto con la vitamina C, A y E que protegen a la planta de las heladas, eso es lo que ayuda a la piel a que luzca radiante.