Cuando no satisfacemos nuestra necesidad de relaciones sociales, nos venimos abajo mental e incluso físicamente. Cada vez más parece ser la causa de una serie de problemas médicos, algunos de los cuales tardan décadas en manifestarse, según el psicólogo John Cacioppo, de la Universidad de Chicago, que ha seguido de cerca los efectos de la soledad. La soledad aumenta el nivel de cortisol (la hormona del estrés) en la sangre, lo que nos hace más susceptibles a todo tipo de problemas de salud, como la ansiedad, la depresión y el insomnio", confirma Leaver. Sentirnos excluidos y solos nos pone en un estado de lucha o huida, que es esencialmente el modo de supervivencia y puede ser realmente angustioso". "La amistad, por el contrario, puede fomentar la producción de oxitocina, dopamina y serotonina, todas esas hormonas amistosas, cálidas y reconfortantes que favorecen nuestra salud mental. Cosas como el afecto físico, el contacto visual, hablar, abrazar, reír, bailar, beber e incluso cotillear juntos son enormemente vinculantes para los seres humanos y todas esas cosas pueden ayudarnos absolutamente a mantenernos felices, resistentes, tranquilos y seguros de nosotros mismos" Pero la cosa no acaba ahí: hay pruebas de que la amistad también protege de dolencias físicas reales. Hace tiempo que sospechamos que ayuda a nuestro corazón en sentido figurado, pero en realidad hay pruebas convincentes de que también ayuda a nuestra salud cardiovascular. De hecho, investigadores de la Universidad de Oxford descubrieron que la amistad es mejor analgésico que la morfina.

La amistad es algo que nunca se supera. Y aunque parezca mentira, los años que la amistad añade a la vida pueden ser más felices si se pasan con amigos. Según Medical News Today, las personas mayores que son socialmente activas y dan prioridad a los objetivos sociales presentan mayores niveles de satisfacción en la vejez. Y, curiosamente, no se atribuyeron los mismos niveles de satisfacción a los "objetivos" familiares, probablemente porque ser socialmente activo dentro del círculo familiar suele requerir menos esfuerzo físico y mental que con los amigos, ¡en el buen sentido!

En muchas situaciones, la amistad nos enseña mucho sobre nosotros mismos, a menudo nos ayuda a salir de nuestra zona de confort sin dejar de proporcionarnos un espacio emocional seguro para ser totalmente nosotros mismos. "Sabemos que la amistad tiene muchos beneficios, sobre todo para nuestra salud mental y física, pero yo diría que la razón más destacada por la que la conexión social es tan importante es porque nos ayuda a descubrir quiénes somos y quiénes queremos ser", dice Leaver. "Los buenos amigos íntimos nos hacen sentir que pertenecemos a algo (al igual que nuestros vecinos, colegas y compañeros más casuales) y no puedo sobrestimar lo vital que es ese sentido de comunidad para nuestro sentido de identidad, cordura, confianza y bienestar".